“Los oligoelementos deben estar en constante equilibrio para que nuestro metabolismo funcione”. Entrevista a Nuria Llenas
Publicado en04/04/2014
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Nuria Llenas Roca trabaja en Manantial de Salud desde 1999 (la podéis encontrar en la tienda de Gran Vía). Se formó como naturópata en la escuela Censana. La oligoterapia siempre ha sido una de las terapias que más le ha interesado y por eso en esta entrevista nos habla de los oligoelementos. –¿Qué son los oligoelementos? –Son metales que se encuentran en nuestro organismo en dosis infinitesimales de 1mg/kg de peso corporal y facilitan el trabajo a nuestras enzimas, que son las que se encargan de las reacciones químicas que se producen en nuestro organismo. Por eso, para que nuestro metabolismo funcione correctamente los oligoelementos se deben encontrar en constante equilibrio. –Se estima que existen más de 70 oligoelementos y todos son importantes, pero ¿cuáles destacarías? –Todos tenemos unas características propias y congénitas, como puede ser antecedentes familiares, comportamiento del individuo, etc. que nos hacen más o menos predispuestos al desarrollo de una enfermedad u otra. Así se explica, por ejemplo, que en un mismo grupo de individuos, y bajo las mismas condiciones, como en el caso de una epidemia, algunos lleguen a desarrollar la enfermedad y otros no. Cuando nuestro organismo se descompensa aparecen síntomas tanto físicos como psíquicos: se les llama patología funcional. Los dividimos en 5 grandes síndromes (conocidos como diátesis), y cada uno de ellos es tratado con su correspondiente oligoelemento. Estos son Manganeso, Manganeso-Cobre, Manganeso-Cobalto, Cobre-Oro-Plata. –¿Y el quinto síndrome? Junto con estas cuatro diátesis hay un síndrome que puede encontrarse en cualquiera de ellas. Es el de desadaptación porque representa la dificultad que las glándulas endocrinas tienen para adaptarse a estímulos de la hipófisis. Pueden ser desórdenes menstruales, impotencia sexual, retraso en el desarrollo. Lo tratamos con la asociación de zinc-cobre. Hay una segunda desadaptación que es a nivel del eje hipofisario-pancreático, que provocan trastorno de la tasa glucémica, dan síntomas como: hambre de lobo, somnolencia, sensación de vacío intelectual… Se utiliza el zinc-níquel-cobalto. Pero aparte de los oligoelementos que pertenecen a las diferentes diátesis, existen los llamados complementarios que juegan un papel importante en la funcionalidad del organismo. –¿Existe algún oligoelemento sin el cuál no podríamos vivir? Se acepta que al menos 15 oligoelementos son indispensables para la vida animal. Los más importantes: aluminio, bismuto, cobalto, cobre, flúor, yodo, litio, magnesio, fósforo, potasio, silicio, selenio, azufre y zinc. Del magnesio –muy solicitado actualmente– es interesante saber que el cuerpo humano contiene sobre 25 gramos depositados en huesos, sangre y otros tejidos. Cuando estamos en una situación de estrés perdemos magnesio por la orina, por lo que es conveniente aumentar su ingesta. Incluso se ha observado que, aumentado la toma de magnesio en la dieta, puede bajar la tensión arterial. El cobre juega un gran papel antiinflamatorio y antiinfeccioso. Nos permite disminuir la utilización de antibióticos y sirve de ayuda en procesos articulares inflamatorios. El fósforo es indispensable para que nuestra energía nerviosa e intelectual funcione correctamente. El litio actúa sobre nuestros neurotransmisores, da muy buenos resultados en casos de ansiedad menor, irritabilidad e insomnio. No se debe confundir con el litio usado en psiquiatría con dosis muy fuertes. –¿Hay alguna manera de saber si carezco de algún oligoelemento o si tengo en exceso? –Por medios analíticos convencionales no podemos conocer la carencia o exceso de oligoelementos, ya que la acción de un oligoelemento es siempre intracelular. Es por ello que a través de las características asociadas a la enfermedad podremos saber a qué diátesis pertenece y por tanto los oligoelementos necesarios. Un ejemplo, una deficiencia de cobre da lugar a defectos en los tejidos elásticos que revisten los vasos sanguíneos y, si esto persiste, se producirán hemorragias, anemias y un desarrollo deficiente de huesos y los nervios, así como una alta incidencia de infecciones. Si por el contrario fuera un exceso, ya fuere por exposición profesional, por la toma de estrógenos que también pueden aumentar el nivel de cobre en sangre o cualquier otra causa, pueden haber síntomas como vómitos, nauseas, dolores… –¿Por qué en primavera proliferan trastornos como las alergias respiratorias y oculares, el asma, etc.? –La alergia es una respuesta exagerada de nuestro sistema inmunitario ante la presencia de un alérgeno. En primavera, debido al aumento de polen, estamos más predispuestos a este tipo de trastornos. Cada vez que estamos en contacto con estas sustancias, liberamos histamina y como consecuencia los síntomas típicos de la alergia. –¿Cómo podemos contrarrestarlos con oligoelementos? –Como preventivo empezaremos dos meses antes de la primavera a tomar Manganeso, 1 vial tres veces por semana; alternando con el Azufre, 1 vial también tres veces por semana. En la fase aguda se dará Manganeso, 1 vial en ayunas; el Azufre 1, vial al acostarse todos los días excepto el domingo ; y añadiremos el Fosforo durante la crisis, 1 vial al día. –¿Qué alimentación recomendarías a una persona que sufre alergias estacionales? –Es importante mantener una buena flora intestinal. Para ello un aporte de probióticos sería lo más indicado. Los alimentos ricos en omega 3 (sardinas, salmón, atún, semillas de chía) son muy indicados. Los alimentos antioxidantes disminuirán la inflamación y protegerán nuestras mucosas. Para ello son importantes las vitaminas A, B, C y E, que se pueden encontrar entre otros en los kiwis, naranjas, endivias, espárragos, levadura de cerveza, germen de trigo, avena aguacate… Los flavonoides contenidos en las uvas, arándanos, cebollas… también son un gran aliado. –¿Podrías decirnos cuáles son los oligoelementos más importantes en primavera y dónde podemos encontrarlos? –Según la medicina china, la primavera está relacionada con el hígado, los ojos, los tendones, las uñas y, por supuesto, con la sangre y la energía: “la primavera la sangre altera”. El azufre es un buen aliado para el hígado, además de formar parte de las uñas, la piel y el pelo. Lo podemos encontrar en huevos, pescado, ajo, cebolla, germen de trigo… El magnesio, especialmente para reforzar nuestras defensas y en casos de ansiedad y depresiones. Hay que incluir en la dieta germen de trigo, almendras, avellanas, chocolate… El selenio, indispensable para el sistema inmunológico, ejerce una acción sobre los radicales libres. Tomaremos levadura de cerveza, nueces del Brasil, pipas de calabaza, hinojo, maíz, avena… El zinc participa en el funcionamiento de más de 100 enzimas. Se dice que el zinc es al cerebro lo que el hierro a la sangre, por lo que junto con otros oligoelementos como el hierro, el cobre y el fósforo nos puede ayudar a superar este cansancio primaveral. Los encontraremos en alimentos como la levadura de cerveza, huevos, pescado, cereales, quesos.. –¿Alguna contraindicación? Ninguna. Puede emplearse en niños, embarazadas, diabéticos e hipertensos. No existe toxicidad, ya que las cantidades usadas son muy pequeñas. –¿Pueden interferir con otras medicaciones? No interfiere con ningún medicamento. Sin embargo si se toman corticoides ó ansiolíticos sí pueden disminuir la acción de los oligoelementos. –¿Cuál es la posología? Debido a las bajas concentraciones de los oligoelementos, la dosis es la misma en lactantes, niños y adultos. Lo que hay que tener en cuenta es que los niños suelen tener una mayor respuesta al tratamiento por lo que podremos reducir la frecuencia de tomas.
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